lunes, 23 de noviembre de 2009

Acortando distancias

"El riesgo es inevitable y tal vez inminente; pero hasta ahora y hasta siempre, los riesgos serán mi afán, las utopías mi primer paso, y nunca voy a rendirme ante las injusticias."


De niño tenía la complicada costumbre de pensar porque pensaba lo que pensaba, eso me llevó a comprender que pienso lo que dicta mi conciencia.

En la adolescencia me perturbó una gran disconformidad por el mundo, una especie de “misantropía”, al no entender algunos pensamientos ajenos, al no comprender que barbaridades fueran asimiladas como algo cotidiano, fue así como ésta etapa me enseñó a hablar todo lo que pienso, a gritarlo a los cuatro vientos si fuera necesario.

Hoy; un poco más maduro, intentando dejar una rebeldía sin causas, intuyo que el mundo no necesita habladores, simples quejosos, afirmo que la culpa no empieza en el otro, ni en los políticos, ni en los desempleados, ni en los empresarios, la culpa comienza en mi, entonces decidí agregar una acción más, hacer todo lo que hablo.

Quiero dejar de ver una triste realidad de mi país, pero no puedo sólo necesito cómplices, compañeros…

Por eso decidí buscar un lugar donde poder compartir mis pensamientos y que no quedara en palabras sino en hechos, sonrisas y enormes objetivos a cumplir. Esa es la razón que me llevó a ser parte de Un techo para mi país, donde fui sorprendido por voluntad, utopías y muchas ganas de consumar metas. Esa es la sencilla razón que nos lleva a ser motor de rotondas, simplemente para unir calles de la desigualdad.

Guzmán Chaves
Logística y
Administración y Finanzas

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Cuál es tu rebeldía?

Porque ser rebelde es más que faltar a la obediencia, es reivindicar tus libertades.

La rebeldía no significa salvajismo, la rebeldía es no conformarse, es no aceptar la desigualdad, es aceptar retos, es detenerse en el instante en el que el mundo es una marea y agitarse en medio del horizonte calmo, porque rebelde es el que clama justicia y lucha por ella.
Porque ser rebelde no significa no poder adaptarse, significa no querer adaptarse, significa creer.
Implica ser proclamador de sueños e ilusiones y llevar el bastión de la esperanza.
Porque ser rebelde no es acobardarse y estar pasivo, es caminar a pasos agigantados, tropezar, caer, frustrarse, levantarse, correr, indignarse y volver a declararse en rebeldía.
Es aclamar a gritos mi disconformidad en avenidas sedentarias y mudas.
Porque “La rebeldía a los ojos de todo aquel que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre”

Este es el momento de elegir cuál es mi rebeldía, porque en definitiva, ser rebelde es elegir serlo.”

Sebastián Lema
Plan Comunitario

lunes, 9 de noviembre de 2009

Primera Mesa en "Maracaná Sur"



"Qué infortunio, Matías, cuánta injusticia
tener que esperar que llueva pa ser noticia
Cruel destino, Matías, el de los pobres
tener que perder lo poco pa que los nombren
Qué tristeza, Matías los inundados
¿Cuánto crees que demoren en olvidarlos?
Cuando abajen las aguas quedará el barro
y en el barro Matías solo y pensando
Esperando..."
Canción para Juan Matías (Larbanois-Carrero)

En términos formales "Maracaná Sur" es un asentamiento irregular ubicado en la zona 17 de la ciudad, al noroeste del Cerro de Montevideo. En términos oficiales, seguramente por irregular, apenas existe. Pero en términos más humanos es un lugar sumamente inundable donde viven más de 100 familias pobres, y donde se ven muchos niños cubiertos de barro cada día aunque no siempre llueva. Paradójicamente, los términos más humanos no son los más aceptados pero los preferimos porque son los más cercanos.
Fue en este barrio donde el sábado 31 de octubre pasado comenzamos la segunda etapa del proyecto del "techo", la etapa de Habilitación Social. Y fue la primera Mesa de Trabajo tanto para los vecinos del barrio, como para nosotros, los coordinadores. Para todos un gran desafío, teníamos miles de dudas de cómo encarar una reunión donde apenas nos conocíamos unos a otros.
Eso sumado a que desde el principio nos sorprendió la escasa unión entre los vecinos. Nos sorprendió al punto que ni siquiera existe esa figura típica de barrio que declara "a mí acá me conoce todo el mundo", más bien la frase más repetida era "acá cada uno hace la suya". Un comienzo difícil, pensamos, nada más había que ver las caras de los vecinos cuando les preguntamos por la existencia de una comisión, que antes existía pero con muy poca popularidad.
El día anterior a la mesa, nos desayunamos con la grave noticia de que las duras lluvias del viernes habían obligado a varios vecinos a abandonar sus casas porque la cañada se desbordó. Lejos de perder las esperanzas, capaz que por la desesperación y la indignación que provocó esto, varios vecinos (muchos más de los que esperábamos) se juntaron a pesar del mal tiempo y a pesar de que usamos una de las "calles" como lugar de reunión a falta de uno mejor. Si hay que sacar algo positivo de la inundación, es que provocó más unión en un barrio que de integrado tiene poco.
Claro que la situación es de emergencia, hubo casas del techo que se inundaron y varias familias fueron evacuadas, hasta los noticieros se hicieron presentes y ojalá que las autoridades también lo hagan. Pero lo mejor es aprovechar este pequeño brote de ganas en la gente para alentarlos a que busquen las soluciones por ellos mismos y no sigan esperando sólo soluciones "de arriba". A veces no sólo las nostalgias deportivas de un pasado "Maracanazo" nublan la visión hacia adelante. Para nosotros se trata de una linda oportunidad para acompañar el proceso de los vecinos que buscan un mejor barrio, y poner la mirada en un futuro "Maracanazo".
Después de la reunión, vimos que hay muchas esperanzas que renacieron, un sentido de comunidad que se hizo visible y proyectos que nos va a costar concretar pero que se pueden hacer realidad.
Ante esta realidad adversa pero con esa chispa de esperanza, nuestra alma de voluntarios no puede dejar de ser optimista. Sería Benedetti quien quizá diría "con los pies en el barro y la mirada en el horizonte". Sabido es que caminar hacia el horizonte es más difícil en el barro, pero apenas empezamos a caminar y ya nos sentimos en terreno más firme.

Erik Koleszar
María Paz Mangado
Coordinadores Maracaná Sur

martes, 3 de noviembre de 2009

Carta abierta

Montevideo, 3 de noviembre de 2009

A mi País:

Una vez más la injusticia le cobró la factura a quienes menos oportunidades tienen, una vez más la vulnerabilidad emerge impunemente, esta vez desde las casas y calles inundadas en los asentamientos de nuestro Uruguay. Día a día las inclemencias climáticas, la inseguridad, los incendios, la demora de los servicios de emergencia médica, el mal estado de las calles y otros problemas afectan a quienes están más desprotegidos, expuestos y excluidos, como las veintitantas personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares para dormir a salvo del temporal.

Justamente, en medio de un agitado clima electoral, Un Techo para mi País le pregunta a los uruguayos y, en especial, a aquellos con vocación de gobernantes, que le piden hoy al pueblo un depósito de confianza: ¿qué país queremos?, ¿qué país pensamos construir con más de 250.000 personas viviendo en asentamientos irregulares? ¿Qué grado de desarrollo pretendemos alcanzar cuando los asentamientos crecen y se expanden, y desde algún escritorio se piensan políticas que nunca se implementan o, cuando sí ocurre, no contemplan cabalmente la urgencia del problema a solucionar? ¿Acaso alguien puede creer que estas personas que perdieron sus pertenencias y que, seguramente, al volver a sus casas ya no las encuentren en pie, pueden aún esperar veinte, cinco años o un días más!

Desde el humilde trabajo que enseña a Un Techo para mi País a dialogar con los pies en el barro sobre las necesidades de muchos compatriotas, pronunciamos con todas nuestras fuerzas: no pueden esperar un minuto más. Como país no podemos esperar un minuto más.

Cynthia Pérez
Dirección Social