"El microcrédito tiene la potencialidad de ser un instrumento que promueve la dignidad de las personas."
Debemos ser concientes que somos voluntarios de un plan de microcréditos, y no que vamos a las reuniones del Techo porque los martes no tenemos nada por hacer.
Ser concientes de que trabajamos con gente vulnerable, con gente que "está pobre" y por ser eso un estado en sí mismo se puede aliviar, se puede salir.
Mi primera propuesta es cuestionarnos : ¿Por qué microcréditos?
Y logré formarme una respuesta (bastante crítica con el sistema, pero la sigo considerando válida).
Microcréditos como herramienta alternativa a un sistema que margina y excluye, alternativa a un sistema que financia proyectos corruptos a gente que les da "garantías", alternativa a un sistema que le dejó esta herencia a millones de hermanos latinoamericanos, alternativa a un sistema que no mira a la pobreza, que como escribía mi coterráneo Benedetti, "pobreza sin los pobres por supuesto, ya que los pobres nunca huelen bien..."
Microcréditos como herramienta para trabajar con aquel que tiene un sueño, con aquel que es capaz de promover su dignidad, con aquel que está dispuesto a aliviar su estado de pobreza, con aquel que no habla de desigualdad porque sus pares son iguales. Trabajar con aquel que imagina para construir.
Microcréditos como herramienta puntual en el corto plazo, que sea el empujón en el proceso de fortalecimiento de la persona, de la confianza en sí mismo, de volver a creer en los demás. Retomar el valor de la palabra y dejar de lado tanta burocracia.
También busqué la definición posta del microcrédito : " préstamos pequeños que permiten a las personas que no poseen las garantías reales exigidas por la banca convencional iniciar o ampliar su propio microemprendimiento y aumentar sus ingresos"
Bien, yo me pregunto respecto a esta definición:
¿Qué significa pequeño?, pequeño ¿para quién?, ¿para alguien que nunca tuvo $ 3.000 (pesos uruguayos) en su mano?
Vamos a darle al microcrédito la dimensión que cada caso amerite.
El microcrédito tiene la potencialidad de ser un instrumento que promueve la dignidad de las personas.
Leí un texto de Yunus, de una conferencia en Londres, donde compara a los pobres con los árboles Bonsai. Podrían haber crecido como árboles gigantescos si hubiesen sido apoyados por el medio adecuado para su crecimiento. No pueden crecer a su tamaño potencial porque la sociedad no les ofrece la base social y económica para crecer.
Muhammad Yunus, economista bengalí que a mediados de los ´70 revolucionó al mundo con un nuevo abordaje del tema de lucha contra la pobreza. Creó el Grameen Bank, un banco especialmente diseñado para la gente pobre. Es quien da origen al concepto de microcrédito, para garantizar a todos los hombres , mediante un instrumento crediticio, la igualdad de oportunidades para ser forjadores de su propio destino.
Bueno... espero que ustedes también se pregunten porqué estamos trabajando con los microcréditos, qué tan responsables somos de hacer de este plan un éxito.
En este Uruguay de 3 millones, donde recursos abundan y alimento sobra, no puedo tolerar lo intolerable, que existan niños con desnutrición y enfermedades crónicas por vivir en estados implorables.
Por eso lucho, por eso somos compañeros, por eso estás leyendo esto, por eso te comprometo a mi causa y a la de cientos de jóvenes que nos sentimos capaces de construir un Uruguay más justo.
Voluntaria del Plan Microcréditos
4 comentarios:
Si pudiéramos regresar a nuestro mundo actual dentro de cien años, no sentiríamos sin duda como si fuéramos visitantes de alguna era prehistórica.
Para imaginarnos cómo será el mundo dentro de veinticinco años, tendríamos que crear algún tipo de obra de ciencia ficción.
Está claro que el ímpetu del cambio está ya presente entre nosotros.
El ansia insaciable de conocer lo desconocido, el entusiasmo de las empresas por poner la tecnología al servicio de los consumidores ha ayudado a generar ese ímpetu. La verdadera pregunta que nos asalta es la de si esos cambios acercarán a la raza humana a unas condiciones sociales y económicas deseables o la alejarán de ellas.
La respuesta es evidente. Si nos consideramos pasajeros de la “nave espacial Tierra” nos hallaremos embarcados en un viaje sin timón ni ruta. Pero si podemos convencernos de que nosotros somos, en realidad, la tripulación de esta nave y de que debemos alcanzar un destino socioeconómico determinado, no dejaremos de aproximarnos a él, aunque cometamos errores o tomemos algún que otro desvío por el camino.
De todos modos necesitamos conocer cuál es ese destino, si no de forma precisa, sí al menos aproximada. Antes de trasladar algo a la realidad, debemos ser capaces de soñarlo. Todo sueño de carácter socioeconómico no es más que un primer paso en el proceso de trazado de una trayectoria hasta nuestro destino, se producirán más innovaciones y cambios que nos ayuden a alcanzarlo.
Así pues, la verdadera pregunta no es tanto la de dónde estaremos allá por el 2050, sino dónde nos gustaría que estuviera el mundo llegado ese año.
Para esas fechas yo quiero ver un mundo sin pobreza. Eso significa que no haya un solo ser humano en el planeta que pueda ser considerado una persona pobre o que no pueda satisfacer sus necesidades básicas.
La pobreza no debe tener cabida en una sociedad humana civilizada. El lugar que le corresponde son los museos. Y allí es donde acabará.
Siempre he creído que eliminar la pobreza del mundo no es más que una cuestión de voluntad.
La caridad sólo sirve para aplacar nuestras conciencias. Se debe apoyar y animar a los emprendedores sociales para que se impliquen en el proceso de creación de riqueza a fin de hacerlo más agradable para las personas pobres. Deberían serles concedidos privilegios especiales para que pudieran prosperar y multiplicarse.
La sociedad humana ha intentado garantizar de múltiples formas la igualdad de oportunidades, pero la pobreza no ha desaparecido. Continuamos esperando que el Estado se ocupe de los pobres y hemos acabado acumulando unas burocracias enormes para que se ocupen de ellos. Lo que sin duda no han generado es una auténtica igualdad de oportunidades. La pobreza suele transmitirse de una generación a la siguiente.
EL CLUB DE AYUDA MUTUA
Somos emprendedores sociales. y capaces de generar energía y transformación social efectiva ya que ampliamos el mundo de las oportunidades
Hemos desarrollado este club de ayuda mutua pensando en todas las personas que están queriendo obtener beneficios y crear riqueza, sean nacionales o foráneos.
Hacer de la economía un lugar para todos, aumentar los ingresos y reducir la pobreza, ya que vivimos en una economía de guerra, pero la guerra es contra nosotros, por eso debemos apostar a la imaginación.
Estamos abriendo una ventana única de oportunidades inéditas y es imprescindible articular miles de acciones transformadoras, hay que crear y llevar a cabo ideas imaginativas que vayan por el camino de en medio, proponer acciones más osadas para ver un sostenido desarrollo económico.
El sistema ha fracasado, no responde a las necesidades de la gente. Debemos expandir la Ayuda Mutua para hacer una economía más justa y humana ya que otra economia es posible a través del desarrollo de la economia solidaria.
EN LOS ULTIMOS MESES
En los últimos meses, quizá como nunca en nuestra historia reciente, se está demostrando que el sistema económico neoliberal está fuera de todo control político y ciudadano. La amenaza de la crisis financiera y sus consecuencias directas en la ciudadanía, especialmente en los sectores más desprotegidos, es la prueba que evidencia que el funcionamiento del llamado libre mercado no responde a las necesidades de las personas ni al desarrollo de las sociedades. Un sistema que ha priorizado la economía especulativa sobre la economía productiva y una concepción del desarrollo económico enfrentada a la del desarrollo humano sostenible.
Pero no olvidemos que las consecuencias de la crisis económica ya eran evidentes en otros ámbitos como el del sector energético o alimentario, cerrando un círculo vicioso que condena a la pobreza a millones de personas en el mundo. En medio de esta crisis y mientras los gobiernos del mundo desarrollado acuden al rescate multimillonario de las entidades financieras que han entrado en crisis en EE.UU y Europa, diversas agencias de Naciones Unidas nos alertan del crecimiento de las desigualdades económicas, sociales y de género, así como del deterioro de las condiciones medioambientales en todo el planeta.
Ante esta situación, ¿cabe pensar que otro funcionamiento económico es posible? La construcción de un mundo más justo, igualitario y sostenible sólo será factible si –entre otras transformaciones sociales y culturales– las actividades económicas cambian radicalmente su orientación. Un nueva cultura y un nuevo sistema que reivindique la economía en sus diferentes facetas (producción, financiación, comercio y consumo) como medio –y no como fin– al servicio del desarrollo personal y comunitario, desde la perspectiva de un desarrollo humano, social y medioambiental sostenible y participativo.
EL CLUB DE AYUDA MUTUA
En el club de ayuda mutua trabajamos codo con codo insistentemente y fomentamos lazos de confianza, con honestidad, solidaridad y valores compartidos.
Hoy, las finanzas éticas son ya un fenómeno de alcance mundial que basa su fuerza en su sencillez: algo tan simple como incorporar explícitamente la ética en las decisiones diarias de ahorro e inversión puede tener un gran efecto transformador.
Siendo emprendedores sociales creamos oportunidades para ayudar a insertar económica y socialmente a la comunidad toda, para ello estamos impulsando un cambio de mentalidad y actitud, que ayude a llegar a un desarrollo comunitario sostenible, creando redes sociales de cooperación entre asociados.
Nuestro reto es crear unas estructuras económicas solidarias no excluyentes, no especulativas, donde la persona y el entorno sean el eje, el fin y no el medio para conseguir unas condiciones dignas para todas las personas.
La solidaridad, la cooperación y la reciprocidad son fuerzas económicas efectivamente existentes en la realidad social.
A nadie se le escapa que estamos inmersos en la recesión, la arquitectura financiera internacional se ha tambaleado. Y el riesgo sistémico permanece. Nada volverá a ser como antes, es hora de abrir los ojos. ¿Queremos más de lo mismo o buscamos una alternativa? decididamente conviene centrarse en la necesidad de hacer reformas.
Nuestro club de ayuda mutua opera desde Fuengirola, Málaga, España con presentaciones y reuniones programadas, si usted desea participar y tener información de primera mano en nuestro centro contacte con:
malarinocarlos@gmail.com
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